Los patógenos fúngicos representan una gran amenaza para la salud pública, ya que están volviéndose cada vez más comunes y resistentes al tratamiento. La mayoría de los patógenos fúngicos carecen de diagnósticos rápidos y sensibles.
Las formas invasivas de las infecciones fúngicas a menudo afectan a pacientes gravemente enfermos e inmunosuprimidos. Las poblaciones con mayor riesgo incluyen: Pacientes con cáncer, VIH/SIDA, trasplantes de órganos, enfermedades respiratorias crónicas, infección tuberculosa y pacientes hospitalizados por COVID-19 (OMS).
“Emergiendo de las sombras de la pandemia de resistencia bacteriana a los antimicrobianos, las infecciones fúngicas están creciendo y son cada vez más resistentes a los tratamientos, convirtiéndose en un problema de salud pública en todo el mundo” Dr. Hanan Balkhy, Assistant Director-General for Antimicrobial Resistance at the WHO.
A pesar de los avances en la terapia antifúngica, se estima que entre 1,5-2 millones de personas fallecen a nivel mundial cada año debido a las infecciones fúngicas. En América Latina, las enfermedades fúngicas graves afectan a unos 2 millones de personas, de las cuales unas 350.000 están en peligro de muerte (GAFFI).
La OMS en octubre de 2022 estableció la lista de patógenos fúngicos prioritarios (FPPL por sus siglas en inglés) siendo este el primer esfuerzo mundial para priorizar sistemáticamente los patógenos fúngicos.
La FPPL de la OMS tiene como objetivo enfocar e impulsar más investigaciones e intervenciones políticas para fortalecer la respuesta global a las infecciones fúngicas y la resistencia a los antifúngicos.
Durante la pasada década, el diagnóstico micológico evolucionó desde los métodos convencionales (microscopía y cultivo) hasta la detección de antígenos y anticuerpos, biología molecular y la identificación basada en la espectrometría de masas (MALDI-TOF). Dichas pruebas han repercutido en la sensibilidad y la velocidad con la que se alcanza el diagnóstico.
Se debe realizar una apropiada toma de muestra, la cual es clave para realizar un adecuado diagnóstico micológico.
Las muestras provenientes de sitios estériles (fluidos, biopsias, tejidos, entre otros) son las más apropiadas para el diagnóstico micológico.
Las muestras obtenidas a partir de sitios no estériles (esputo, mucosa oral, secreción vaginal, entre otros) tienen un bajo rendimiento diagnóstico para las micosis, debido a la dificultad de establecer la diferencia entre colonización e infección.
1- Debe ser representativa del sitio de la infección (cantidad deseable 3mL).
2- La técnica de recolección debe asegurar que no se produzca contaminación.
3- Debe realizarse en los tiempos óptimos y previa a la administración de antifúngicos, para aumentar la probabilidad de recuperación del agente causal.
4- Los dispositivos de recolección, recipientes y medios de cultivo utilizados deben ser adecuados y ser transportados de manera estéril.
Referencia laboratorio clínico pone a su disposición pruebas para el diagnóstico micológico tales como:
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